Mini tarta SIN LACTOSA

Pues sí, estas navidades hice una tarta pezqueñina sin lactosa, y se me olvidó ponerla por aquí.
En noche vieja nos invitaron a mi novio y a mi a pasarla en Sevilla con mi primo y su novio y, para no quedar mal y, que ya me están empezando a "dar fama" entre la familia... que si hago tartas y tal y cual... pues no iba a ir y no hacer una...

Mi primo se quedó encantado con la que le hice a mi padre, la red velvet... PEEEEROO... sí, un pero así de grande... su novia es intolerante a la lactosa... y encima era la anfitriona, ¡¡no iba a llevar una tarta que el bizcocho llevaba leche, y la cobertura era a base de nata y quesos!!
Así que... como no tenía mucho tiempo, y tenía que hacer una burrada de kilómetros (primero en bus y luego en tren...), pues tuve que improvisar un poquito.

Para el bizcocho usé la receta que más uso, esta vez con la misma cantidad de ingredientes, pero añadiendo alguno.

Ingredientes:

• 2 huevos
• Aproximadamente 85 ml de aceite
• 120 gr de azúcar
• 95 gr de harina blanca
• 1 cucharadita de café colmada de levadura química
• 1 cucharada sopera rasa de cacao puro desgrasado
• Unas gotitas de aroma de vainilla
• Colorante rojo en gel (mirar que no contenga lactosa)

Elaboración:

Precalentamos el horno a 180º.

Se mezcla todo con la batidora de varillas o amasadora con varillas, hasta tener una mezcla homogénea.
Preferiblemente dejar el colorante para el final, cuando todo esté bien integrado, así será más fácil que coja el color.

Volcar en un molde de unos 17 cm de diámetro, engrasado y cubierto con papel de horno.

Meter en el horno a altura media unos 25-30 minutos, puede ser que necesite más o menos tiempo, depende  del horno, (si es un horno con ventilador creo que tarda menos).
Cuando lleve casi 25 minutos, NO ANTES (a menos que se esté quemando porque el horno sea demasiado potente...), abrir, pinchar hasta la base con un palito y si sale totalmente limpio es que está listo.

Cobertura:
La cobertura, en este caso, fue nata para montar Kaiku sin lactosa, así que sólo quedaba montarla y añadirle azúcar si fuera necesario.

Montaje:
Como siempre, cortar la "montañita" del bizcocho y dividir el bizcocho por la mitad.
Cubrir la base con la cobertura, la nata, en este caso.
Poner la segunda mitad del bizcocho y cubrir completamente la tarta intentando que no quede ningún trozo de bizcocho a la vista y lo más uniforme posible.

Como decoración, le puse unos arándanos rojos deshidratados, que me encantan y quedaban estupendamente con el contraste rojo-blanco de la tarta.

Eramos cuatro para comérnosla .. era el postre de noche vieja, todos sabemos que esa noche se cena MUCHO, pues aun así nos comimos más de la mitad y por la mañana para desayunar, lo que quedaba... Estaba bastante buena, la verdad.